Fuente: http://cultura.elpais.com/cultura/2013/03/31/actualidad/1364754669_845525.html
Con Anne Sexton siempre se empieza por el final. No es fácil librarse del ritual de muerte que la poeta interpretó el 4 de octubre de 1974, cuando se puso el abrigo de piel que había heredado de su madre, se bebió dos vodkas y con un tercero en la mano entró en el garaje de su casa, encendió el motor y la radio de su Cougar rojo y se quitó la vida.