Había en Arnaldo Calveyra, en su presencia, en sus ojos azules, en su esqueleto, un ser humano que rasgaba las cortinas de la vida para buscar más allá la alegría.
En toda pintada se esconden dos preguntas: qué es arte y de quién es la ciudad. La cuestión es antigua y en su momento dio lugar a interesantes discusiones. En ellas, el derecho del ciudadano a convertir el espacio público en una galería al aire libre fue defendido a la vez por pintores tan célebres como Joseph Beuys, fundador del concepto de escultura social, y por genios ocultos de la cultura urbana como Banksy.
La naturaleza narrativa de la poesía de Ernesto Cardenal, que la acerca a las fronteras de la prosa y no pocas veces traspasa esas fronteras, es lo que se ha dado en llamar exteriorismo, un término que puede prestarse a confusiones pues parecería negar la dimensión íntima que esta poesía tiene.
La Semana Fernandina de 2015 da por finalizadas sus actividades con la jam poética con micrófono abierto que tuvo lugar ayer en la Casa de Santa María para que se acercara todo aquel que quisiera compartir unos versos.
El poema se hace grito. La emoción es su arma. Es el regreso de la eterna reflexión sobre si el principal compromiso de los poetas hoy es con el arte mismo o con la realidad resquebrajada de ideales y asediada de crisis.
El poeta nicaragüense Ernesto Cardenal se reunió la mañana del martes en el Centro Nicaragüense de Escritores, en Managua, para compartir con un grupo de periodistas su torta de 90 años. El poeta aseguró que estaba en la celebración bajo protesta.
Ida Vitale es, con 91 años, una de las grandes maestras de la literatura latinoamericana viva, pero disfruta, más que hablando de su obra, recordando a aquellos que, ilustres o anónimos, le enseñaron a leer y escribir. Entre los anónimos había, en el Montevideo de su infancia, una profesora que le hacía imitar el estilo de Azorín, de Gabriel Miró, de Ortega o de Rafael Barrett: "Cada mes, un autor distinto.
Creo que Ernesto Cardenal ha sido una figura clave en la vida política de Nicaragua y su poesía, sus posiciones políticas, sus declaraciones, sus obras en prosa, como el caso del libro En Cuba, fueron tan poderosas y movilizadoras como las más sonadas y aventuradas acciones guerrilleras.