Fuente: telecincon.es
Eduardo Gómez se ha quedado embelesado tanto con el poema de José Ángel Buesa como con la voz de Rafael. No le ha causado la misma sensación a Corbacho, quien ha cerrado los ojos para analizar sólo las sensaciones que le transmitía al recitar al poema, y no dejarse llevar por el espectáculo en su conjunto.